viernes, 13 de diciembre de 2013

A veces la extraño

Extraño a Brisa.  Ella era ridícula, estaba equivocada y era muy destructiva. Pero sabía quién era y hacía lo que era necesario para seguir con sus convicciones,  por más perversas que fueran.
Y acá estoy yo, sabiendo lo que quiero, sabiendo perfectamente qué hacer para conseguirlo y sentada en un sillón sin hacer absolutamente nada.
No es que quiera ser Brisa de nuevo, ella no era feliz, pero yo tampoco lo soy.
Yo lo tengo todo: tengo novio, vivo sola, trabajo, me va bien en la facultad, mi familia me quiere, y sin embargo acá estoy, un sábado a las 11 de la noche, sola, escribiendo esta entrada ridícula.
Qué desagradecida!
Por qué no puedo disfrutar de la vida?  Cuál es mi problema?
Hace ya unos años que tengo una sensación en el pecho, cerca de la garganta, que me dice constantemente que algo está mal. Me vuelve loca. No me deja estar tranquila ni por un segundo. Siempre estoy esperando que algo salga mal. De hecho ya lo espero con ansias, ya no aguanto más,  que pase de una vez por todas así puedo seguir con mi vida.
Qué será? Será algo?
A veces me pregunto si eso es depresión?  Seré depresiva?
O simplemente estoy buscando una excusa, una excusa para no hacer nada y quedarme para siempre tirada en este sillón, que nadie espere nada de mí "pobrecita, está deprimida, por eso no hace nada".
Pero igual. Si busco esa excusa por algo será. Por qué una persona sana querría tener motivos para no hacer nada.
Brisa no buscaba excusas. Ella hacía lo que tenía que hacer, aunque supiera que estaba mal, aunque yo luchara contra ella.
Me gustaría tener su voluntad. Me gustaría tener su convicción.
Pero acá sigo, sentada en este sillón sintiendo pena de mí misma.


Volvé Brisa! Te perdonamos